sábado, 30 de abril de 2011

JUAN PABLO II


Beatifican al papa que marcó una época

La ceremonia se realizará mañana

Sábado 30 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa- FENTE LA NACION
Beatifican al papa que marcó una época
El ataúd fue extraído ayer. Foto AP
Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
ROMA.- En la Plaza de San Pedro, sobre la columnata izquierda de Bernini, ya puede verse una inmensa gigantografía de Juan Pablo II, con la cruz pastoral que llevó por el mundo durante sus casi 27 años de pontificado. A su lado, varios carteles evocan una de las frases que marcaron su papado: "¡Abran las puertas a Cristo!"
En esta escenografía, en medio de estrictas medidas de seguridad, Benedicto XVI presidirá mañana la ceremonia en la que proclamará beato a su predecesor, Juan Pablo II.
Todo ocurrirá en medio de un clima semejante al que se vivió el día de su funeral, el 8 de abril de 2005, cuando la atención mediática se posó sobre el Vaticano y una multitud con pancartas reclamó que Karol Wojtyla fuera "¡santo súbito!"
El papa que jugó un papel clave en el derrumbe del comunismo, que viajó a 160 países, que conquistó también a los no católicos y que fue admirado por la entereza con la que vivió sus últimos años de enfermedad, será elevado al honor de los altares ante un millón de fieles de todo el mundo, 2300 periodistas acreditados y 87 delegaciones oficiales de diversos países, con 16 jefes de Estado -entre los cuales los de Italia y Polonia- y representantes de cinco casas reales. La delegación oficial argentina estará encabezada por el canciller Héctor Timerman, que el lunes realizará, junto con su par chileno, Alfredo Moreno, un homenaje especial por la mediación del Pontífice en el conflicto del Beagle. Juan Pablo visitó dos veces nuestro país, en 1982 y 1987.
Ayer, el ataúd de Juan Pablo II fue sacado de su tumba en las Grutas Vaticanas para ser venerado mañana. Tras la beatificación, los restos del papa polaco serán colocados en su nuevo emplazamiento: la capilla de San Sebastián, en el ala derecha de la basílica de San Pedro.
Karol Wojtyla, el papa de las excepciones, será beato -el paso previo a ser proclamado santo- en tiempo récord. El proceso que determinó su elevación al honor de los altares, de hecho, fue uno de las más cortos de los últimos 500 años de la Iglesia católica: 6 años y 30 días después de su muerte. Para dar una idea, hace más de 1000 años que un papa no tenía el honor de elevar a los altares a su inmediato predecesor.
Impactado por el clamor popular que hubo durante la agonía, muerte y el funeral de su antecesor, Benedicto XVI hizo una excepción y derogó la norma que indica que deben pasar cinco años del fallecimiento de la persona antes de iniciar el proceso de beatificación. Juan Pablo II murió el 2 de abril de 2005 y la causa de su beatificación comenzó formalmente pocos meses después, el 28 de junio, en la diócesis de Roma.
Wojtyla ya había decidido no respetar esa norma, cuando decidió un proceso más rápido para la Madre Teresa de Calcuta, cuya beatificación tuvo lugar seis años y seis semanas después de su muerte. Y fueron los mismos cardenales quienes, ya durante el cónclave para elegir al sucesor de Wojtyla, solicitaron que se hiciera una excepción.
"Antes de la elección del nuevo papa, numerosos cardenales firmaron una petición en la que solicitaban a quien fuera elegido pontífice que permitiese derogar los cinco años para el inicio de la causa de beatificación de Karol Wojtyla", afirmó el lunes último el cardenal Camillo Ruini. Y eso no es todo: según Andrea Tornielli, vaticanista de La Stampa, el mismo secretario personal de Juan Pablo II, don Estanislao Dziwisz, y varios purpurados llegaron incluso a presionar a Benedicto XVI en las primeras semanas de su pontificado para que permitiera abrir directamente un proceso para hacerlo santo, salteándose el paso previo de beato. Pero, tras hacer sendas consultas, Benedicto XVI se negó.
VirtudesMás allá de estos vaivenes, una vez iniciado el proceso, luego de una etapa de investigaciones sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Wojtyla -en la que se escuchó a centenares de testigos-, en junio de 2009 una comisión teológica reconoció la heroicidad de las virtudes del entonces siervo de Dios.
En diciembre de ese mismo año, Benedicto XVI declaró las virtudes heroicas de Juan Pablo II y lo elevó al rango de venerable. Y el paso siguiente fue el riguroso análisis de un milagro atribuido a la intercesión del papa polaco: la inexplicable curación, desde el punto de vista científico, del mal de Parkinson que padecía la monja francesa Marie Simon-Pierre.
De la Congregación de las Hermanitas de las Maternidades, sor Marie Simon-Pierre, de 49 años, brindará hoy su testimonio en la vigilia de oración que tendrá lugar en el Circo Máximo, ante unas 300.000 personas. Junto a ella, también recordarán al papa polaco dos de sus más estrechos colaboradores: su vocero, Joaquín Navarro Valls, y Dziwisz, hoy cardenal de Cracovia. Después de la vigilia, se celebrará una "noche blanca" de oración en siete iglesias de Roma, que quedarán abiertas toda la noche.
Ayer ya se palpitaba la ceremonia, con la llegada de aviones, trenes y ómnibus especiales de peregrinos de diversas partes del mundo, en su mayoría desde Polonia y España. En las 14 pantallas gigantes instaladas en la zona del centro de la ciudad y del Vaticano, que estarán cerradas al tránsito, ya se proyectaban imágenes del largo y extraordinario pontificado del papa que hizo el histórico mea culpa por los errores de la Iglesia católica, en marzo de 2000.
Se informó, además, que los tres días de festejos por la beatificación generarán un volumen de negocios de más de 260 millones de euros, según una estimación de la Cámara de Comercio de Monza y Brianza, norte de Italia. Pero más allá del fervor, también seguían haciéndose oír algunas voces disidentes, minoritarias y contrarias a la beatificación. El movimiento progresista Nosotros Iglesia, por ejemplo, cuestionó la rapidez del proceso de beatificación porque "un pontificado tan largo, complejo y contradictorio merecía los tiempos necesarios, 40 o 50 años, para evaluaciones más serenas, compartidas y menos emotivas".
Pero nada de eso parecía importarles a los fieles llegados hasta aquí para el gran día. "Juan Pablo II fue muy carismático y fue muy querido, lo sigo extrañando", dijo Mónica Bojino, que viajó especialmente con un grupo de más de 90 personas de Castelli, provincia de Buenos Aires.
DICHOS Y HECHOSEn Buenos AiresCon motivo de la beatificación de Juan Pablo II, se iniciará hoy, a las 23, una vigilia de oración, organizada por la Vicaría Episcopal de Juventud para Todos. La ceremonia del Vaticano podrá verse mañana a las 5 en la Catedral Metropolitana. A las 11 se hará la memoria del rito de beatificación y a las 11.30 una misa de acción de gracias, presidida por el arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio y la comunidad polaca local.
Asistirá MugabeCIUDAD DEL VATICANO (EFE).- El Vaticano confirmó que el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, a quien la Unión Europea congeló hace una década las cuentas que tenía en el exterior y prohibió que pisara suelo europeo por violar los derechos humanos de su país, será uno de los 16 jefes de Estado que asistirán mañana a la beatificación de Juan Pablo II. Mugabe, de 87 años, es católico militante.

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